Si estás pensando “esto no es para mí”, te adelantamos: sí, lo es. La bubble ponytail es una cola baja o media con varias gomitas distribuidas a lo largo, que crean ese efecto “burbuja” tan simpático y moderno. ¿Por qué amarla en días húmedos? Porque cuanto más volumen y textura, mejor queda. Podés trabajar el pelo con un poco de crema para peinar o mousse, y no hace falta que esté perfectamente lacio. Todo lo contrario: el frizz queda contenido y se disimula con el efecto burbuja.
Usá gomitas finitas y del mismo color del pelo, o jugate con opciones metálicas si querés un toque más fashionista.
Este look es el mejor amigo del “me levanté con el pelo rebelde y llueve”. El truco está en usar un poco de gel o crema modeladora para peinar todo hacia atrás y armar un rodete tirante, prolijo y súper elegante. Es ideal si tenés un día largo o si necesitás un look más arreglado sin renunciar al control.
Podés dejar el rodete bien bajo o ubicarlo más arriba, según el efecto que busques. Si lo acompañás con aros grandes o un labial intenso, sumás un aire súper arreglado instantáneo.
Sí, la estética coquette también tiene su versión para días grises. Hacete una cola alta bien tirante (otra vez, bienvenida la ayuda del gel o un cepillo de cerdas duras) y terminá el peinado con un moño de tela. Además de ayudarte a mantener el pelo en su lugar, el lazo le da ese toque romántico y naif que está tan en tendencia.
Si tenés flequillo o mechones sueltos, podés ondularlos un poco para un efecto aún más despreocupado.
