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    Movimientos que rediseñan el tablero electoral

    La suspensión transitoria de las PASO y el desdoblamiento de los comicios de renovación legislativa en la provincia de Buenos Aires, sin ataduras con la suerte electoral nacional de octubre, son debates que rediseñan el escenario político. 

    Pero ambas medidas, lejos de generar unanimidad, profundizan las tensiones internas en la Legislatura bonaerense y desatan una fuerte controversia tanto dentro del oficialismo gobernante como en la oposición.

    El debate sobre la interrupción de las Primarias no es nuevo, pero cobra especial relevancia en un contexto económico y social donde la reducción de costos y la optimización del proceso electoral aparecen como argumentos centrales. Obviamente, la agenda política procuró además ocultar el apuro legislativo por suspender las PASO bonaerense. 

    Algunos parlamentarios buscaron maquillar la discusión partidaria pidiendo que los recursos económicos que iban a ser destinados a costear el operativo electoral tengan como nuevo destino la recuperación de Bahía Blanca, tras el durísimo temporal.

    Desde el oficialismo, algunos sectores del peronismo sostienen que la suspensión permitiría simplificar el sistema electoral y evitar una instancia que consideran innecesaria. 

    Sin embargo, otras voces del mismo espacio insisten en su importancia como herramienta de participación ciudadana, evitando que las candidaturas se definan exclusivamente en cúpulas partidarias.

    El Frente Renovador y el Movimiento Derecho al Futuro -el espacio lanzado por el gobernador Axel Kicillof- ya manifestaron su respaldo al proyecto presentado por el diputado massista Rubén Eslaiman, que propone suspender las PASO 2025. 

    Pero, como se sabe, las sesiones legislativas son películas con final abierto. Sobre todo, cuando los principales referentes de la coalición oficialista reclaman consensuar el cronograma electoral completo. En particular, los soldados de La Cámpora, referenciados en la expresidenta Cristina Fernández y en su hijo Máximo Kirchner, como dueños exclusivos de la lapicera de los PJ nacional y bonaerense. 

    Sin dudas, el peronismo sobrelleva nuevamente una fuerte crisis de liderazgo interno. Se habla de “renovación”, aunque no parece fácil comparar este contexto con aquel proceso que lideró el exgobernador Antonio Cafiero a mediados de los 80.

    El actual armado político del Gobernador mantiene con solidez la decisión de ampliar la convocatoria a todos los intendentes, sindicalistas y dirigentes dispuestos a enfrentar a la fuerza libertaria de Javier Milei, e intentar atar “acuerdos territoriales” relacionados con lo legislativo que es, en definitiva, lo que se define este año. 

    En paralelo, Kicillof sigue cuestionando la postura de la Casa Rosada respecto a la obra pública, la motosierra y el recorte de fondos hacia Provincia.

    En las diagonales no descartan alcanzar una síntesis partidaria para salvaguardar políticamente el territorio bonaerense. Un peronismo que vaya en unidad a la elección con una lista de tercios en la tradicional boleta sábana de candidatos a legisladores seccionales, siempre y cuando Kicillof logre alcanzar un acuerdo con el kirchnerismo duro y el tigrense Sergio Massa. 

    La evaluación naturalmente tiene un ojo puesto en la estrategia electoral. No pocos referentes políticos del oficialismo y de la oposición son conscientes de la necesidad de ponerse a resguardo de lo que creen podría ser un “tsunami electoral libertario”. 

    Aun cuando la suspensión de las PASO reduce la posibilidad de daños mayores y un potencial desdoblamiento puede condicionar al endeble cuartel bonaerense de La Libertad Avanza. Eso además permitiría discutir los problemas centrales de la agenda provincial.

    Similar evaluación hacen desde los cuarteles del PRO, aunque en ese caso el ojo está puesto en una estrategia que no busca debilitar a los libertarios, sino poder sentarse a negociar en una posición más ventajosa que la actual.

    Claramente perciben que el gobierno de Javier Milei atraviesa distintas turbulencias por el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el avance de la investigación por el escándalo de la criptomoneda, el anuncio de un nuevo paro general convocado por la CGT para abril y el dólar moviéndose hacia arriba.

    La intención de los amarillos que responden a la jefatura del diputado nacional Cristian Ritondo es abrochar un acuerdo con LLA rumbo a las legislativas. Esa súbita foto que los representantes de ambas fuerzas se sacaron hace unos días dejó al armado radical que lidera Maximiliano Abad sin chance de mostrar una suerte de reedición de Juntos por el Cambio en la Provincia con sus exsocios políticos. 

    Esa sensación de supervivencia futura abre otro interrogante: ¿para quién van a jugar en términos electorales los alcaldes de la UCR a nivel provincial y nacional?

    En contraste, referentes libertarios procuran consolidarse como una fuerza política independiente, sin necesidad de alianzas que puedan diluir su identidad. Así y todo, antes de la inundación bahiense el armador bonaerense de Karina Milei, Sebastián Pareja, abrió negociaciones con al menos 3 intendentes vecinalistas de la Sexta. 

    Tampoco se descarta habilitar el armado de alguna lista colectora para sumar en la competencia local y a su vez empujar la boleta seccional de La Libertad Avanza en otros distritos no gobernados por el peronismo.

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